El jueves de la pasada semana se inauguró en las dependencias de la Subdelegación de Defensa una exposición sobre Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Ha llegado a Córdoba gracias a la colaboración entre el Museo del Ejército -donde ha estado expuesta varios meses a lo largo de los cuales ha recibido cerca de 120.000 visitas- y la Brigada de Infantería Mecanizada “Guzmán el Bueno”. La muestra forma parte de los actos organizados en conmemoración del V Centenario de la muerte de Gonzalo Fernández de Córdoba (1515-2015) y más adelante se trasladará a Granada para completar un ciclo que permitirá, tanto en Córdoba como en Granada, lugares donde transcurrió una parte importante de la vida de Fernández de Córdoba -nació en Montilla y murió en Granada- conocer algunos aspectos sumamente interesantes de la vida y la época de quien sus propios soldados fueron los que en el campo de batalla lo aclamaron como el Gran Capitán.

La exposición, además del marco histórico en que transcurrió la vida de Gonzalo Fernández de Córdoba, un tiempo en que la Edad Media vivía las décadas de su ocaso y se abrían paso los tiempos de la modernidad, nos permite acercarnos a la figura del Gran Capitán a través de pinturas que nos lo representan de forma más o menos idealizada o en alguno de los momentos álgidos de su vida militar.

Una parte está dedicada a su intervención en la guerra de Granada donde adquirirá la experiencia necesaria que más tarde le permitirá sus grandes éxitos en Italia. El visitante encontrará también una importante muestra del armamento propio de los ejércitos de la época, cuyas tácticas fueron revolucionadas por el montillano, al plantear un nuevo papel para la infantería, y marcar estrategias y situaciones que fueron norma en los campos de batalla de Europa en las dos centurias siguientes.

El visitante se encontrará con valiosos documentos, procedentes de la casa condal de Cabra, que generosamente han sido aportados por los duques de Maqueda para el evento. Permiten conocer aspectos sumamente interesantes de las relaciones de Gonzalo Fernández de Córdoba con los Reyes Católicos. Algunos de esos documentos están relacionados con el apasionante mundo de la criptografía militar y el espionaje de la época. Están escritos en cifra al contener información secreta que debía quedar oculta al enemigo, en caso de caer en sus manos. Así mismo, se muestra un voluminoso legajo que contiene las cuentas del Gran Capitán, rendidas de forma minuciosa. Unas cuentas que con el correr del tiempo dieron lugar a una toda una leyenda que reflejaría la queja de Fernández de Córdoba con el rey Fernando, que no respondió a la lealtad que siempre le profesó el más brillante soldado de su tiempo.

Hay también un apartado dedicado a la construcción del mito. El Gran Capitán fue leyenda viva en el sentido literal del término. Ya en vida se cantaron sus hazañas a las que se referirían en los siglos siguientes los más grandes ingenios de nuestra literatura, como Cervantes, Lope de de Vega, Góngora, Quevedo o Gracián. Hay una importante muestra bibliográfica donde destacan obras procedentes de la biblioteca de la “Fundación Manuel Ruiz Luque”, de Montilla.

Hasta el próximo mes de abril estará abierta al público cordobés, que dispondrá de una excelente ocasión para acercarse al tiempo histórico y a la personalidad de uno de los cordobeses más ilustres y cuya representación ecuestre preside el corazón de las Tendillas. Merece la pena.

(Publicada en ABC Córdoba el 5 de marzo de 2016 en esta dirección)

Deje un comentario